“El básquetbol, desde su creación, es un deporte cuyo principal objetivo es la intención de convertir tantos lanzando el balón hacia el cesto que se encuentra ubicado a una determinada altura”, decía en sus primeras líneas la fundamentación del Plan Altura 2007. Este proyecto, liderado por la Confederación Argentina de Básquetbol (CABB), tenía por objetivo la detección y desarrollo de jugadores de gran estatura para su aprovechamiento en las selecciones nacionales de Argentina y en sus respectivos clubes. La fundamentación se completaba: “Una de las mejores posibilidades de encontrarse cerca del cesto la otorga la talla del jugador”, y por lo tanto es una necesidad deportiva la de contar con jugadores más altos. Hacia eso apuntan en Argentina. 
Tras ser interrumpido luego de su aplicación en anteriores gestiones, el Plan Altura fue retomado en 2015 con el objetivo de nutrir a las selecciones de categorías formativas, de un gran número de jugadores altos. Los resultados quedaron a la vista en el Campeonato Sudamericano U17, en el que la albiceleste se llevó el título. En dicho torneo, jugado el pasado mes de setiembre, Argentina no perdió un solo partido, y superó a Brasil en la final por 73 - 49. Los resultados deportivos, sin embargo, no son tan destacables como lo es la composición del equipo que consiguió dicho campeonato. “Con un promedio de 1,98 metros, se trata de la selección formativa más alta de nuestra historia”, explicaba el sitio web oficial de la CABB antes de iniciarse la competencia.
Conversamos con Pablo Esper, preparador físico (PF) que se incorporó al Plan Altura en esta nueva edición, para conocer un poco más acerca del proyecto. Esper es parte del equipo de PF liderado por Marcelo López, del club Obras Sanitarias. “Me incorporé tras una charla con López y Sebastián Uranga (entrenador a cargo del Plan) y estoy cumpliendo el sueño de trabajar con las selecciones”, destacó. Según cuenta, es el más veterano entre los colegas que allí trabajan. 
¿Cómo es el proceso de selección de jugadores? 
- Una forma es por medio del Facebook del Plan Altura, donde el chico se inscribe en forma individual. Otra opción es por intermedio de los clubes que se comunican para informar de algún jugador que no se conoce. También se acude a torneos de diferentes categorías para verlos.
¿Qué factores físicos, además de la altura, inciden a la hora de evaluar a un jugador? 
- En especial se busca que tenga una buena envergadura horizontal y vertical, que sea explosivo, que pueda recorrer la cancha sin dificultad, que tenga buen nivel coordinativo y, por supuesto, si además juega bien, bienvenido. Se los evalúa en el laboratorio de medicina deportiva, en antropometría, en el laboratorio de biomecánica y luego se los evalúa en tests de cancha. Algunos tests están a cargo del laboratorio de medicina deportiva del Cenard y otros a cargo de los PF del programa.
Una vez que tienen a los jugadores con ustedes y ya los han evaluado ¿Qué enfoque le dan al trabajo con ellos? 
- Realizamos concentraciones regionales y nacionales, donde los jugadores elegidos están entre tres y cuatro días junto al equipo de trabajo. Desde lo físico los chicos se llevan un plan de desarrollo que ha propuesto Marcelo López, y se trata de que cada chico sepa sus debilidades y fortalezas para mejorar. También dentro de lo posible se busca el contacto con su PF, si lo tiene, para darles consejos sobre el entrenamiento en gimnasio y los cuidados de su formación. Además, siempre se enfatiza en que tengan claros los conceptos del juego, porque de nada sirve sumar centímetros en cancha si no entienden el juego. 
¿Cuánto se enfocan en el desarrollo técnico y táctico? 
- Desde lo técnico Sebastián Uranga es quien los evalúa principalmente en movimientos de hombres grandes, tanto de frente como de espaldas al aro, en su lanzamiento y en el juego colectivo. La primera etapa estuvo más enfocada en lo físico y lo técnico que en lo táctico. Ahora en diciembre, con la concentración de cierre de año con los 15 jugadores más altos, considero que se incorporarán objetivos tácticos.
¿Qué puntos fuertes se alcanzaron con el seleccionado U17 que ganó el Sudamericano? 
- El primer punto fuerte es haber logrado un quinteto titular donde el armador medía 1,98 metros y el resto de los jugadores superaban los 2 metros de altura. Inclusive un jugador categoría 2000 mide 2,10 metros (Francisco Caffaro). La apuesta de este plan fue tratar de encontrar jugadores y ayudarlos en su desarrollo para que se vayan incorporando al Plan Talentos y, de ser posible, a los preseleccionados nacionales. Como fue el caso del cordobés Santiago Bruera, que jugaba al rugby y luego de la concentración de febrero fue invitado a empezar a practicar con los preseleccionados para ayudarlo en su desarrollo. Luego integró el equipo campeón. 
¿Cómo evaluarías los resultados de Sudamericano U17? 
- Creo que vencer con tanta contundencia a Brasil, en una final y con tanta altura en cancha, a contramano de lo que ocurría en generaciones anteriores, es un punto importante.