LOCALES
29 de junio de 2016
Se conmemoró el 50º aniversario del derrocamiento de Dr. Arturo Illia
Por ese motivo se realizó un emotivo acto en el patio de la Casa de Natal del cual participó el Intendente Javier Martínez acompañado de representantes de la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos, familiares, vecinos y autoridades municipales. Al final del mismo se descubrió una placa alusiva.
El sobrino del Ex Presidente, Enrique Illia recordó anécdotas e historia familiares que le imprimieron gran emoción a la tarde y sacaron a luz el costado humano de este sencillo y virtuoso pergaminense. El hijo de “Morocho”, destacó las figuras de sus abuelos, Martín y Emma, “padres de once hermanos a los que, con un horno de ladrillo y esta quinta, les proporcionaron educación y les infundieron valores relacionados con la solidaridad social y con el compromiso político. Todos los hermanos Illia estudiaron, trabajaron y militaron en la Unión Cívica Radical”. En tanto la profesora Teresa Iris Cosentino, Presidente de la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos “Fuerzas Unidas”, resaltó la imagen del padre del ex presidente, don Martín Illia, un inmigrante italiano de fuerte vocación altruista y forjador de valores de esta extensa familia junto a su esposa, doña Emma Francesconi.
“En el seno de esta familia se generaron los valores de respeto, humildad, solidaridad y esfuerzo; de los que fueron portadores los hijos que crecieron en esta casona que Don Martín levantó con los ladrillos de su horno. Fue inmigrante italiano, socio de la Sociedad Italiana en el siglo pasado y garante de la construcción del Teatro Verdi. Hoy nuestra propuesta es dejar un explícito reconocimiento a los valores de esta familia”, destacó Cosentino.
Luego el Intendente del Partido de Pergamino, Javier Martínez, emocionado contó que su padre, de pequeño asistía a clases en la Escuela Primaria No. 18 y que “no se volvía al campo, lo hacía caminando, sin pasar por la casa de Don Martin Illia quien les daba un chocolate y una torta o una factura para acompañarlo. Luego cuando creció la familia Illia fue un ejemplo de vida, a tal punto que mi padre en homenaje a Don Arturo me puso “Arturo” como segundo nombre. No es casualidad que mi padre, como muchos otros padres, haya elegido su nombre para que se mantenga vivo el ejemplo de nuestro querido presidente”.
Recordando su derrocamiento, el mandatario agregó: “Hoy a 50 años se su derrocamiento, muchos de nosotros llevamos el nombre de Arturo con orgullo, responsabilidad y admiración. Fue el presidente que sancionó la ley de medicamentos que ponía fin al abuso de los laboratorios, el presidente que fue criticado, pero nunca por su austeridad y honestidad, el presidente que murió prácticamente en la pobreza porque dedicó su vida a los demás. Don Arturo Illia, hijo de pergamino, médico, político de raza, es quien inspiró a buena parte de la clase dirigente que aún hoy hacemos lo posible para tener un país mejor”.
“Don Arturo es el orgullo de nuestra ciudad, es parte de nuestra identidad, es la historia que una y otra vez les contamos a nuestros hijos; porque luego de muchos años, sabemos que a cualquier dirigente argentino se le debe exigir honestidad y austeridad ante todo. Es la muestra cabal que en nuestra historia existen muchos casos de hombres que sí hicieron la diferencia, que marcaron el rumbo, que dejaron su marca, su estilo, su impronta ineludible”, añadió Martínez.
Asimismo el Intendente invitó a que “50 años de aquel lamentable suceso, pensemos juntos que país queremos para nuestros hijos. Pensemos que clase dirigente queremos. Pensemos juntos como volver a lo mejor de nuestra historia y avanzar hacia el futuro. Hoy muchos como yo, con alegría, entendemos por qué nuestros padres querían que lleváramos el nombre de Don Arturo”.
Pergamino y Don Arturo
Illia era un médico que había nacido en Pergamino, provincia de Buenos Aires, pero que había hecho su carrera, profesional y política en Cruz del Eje, Córdoba. Tenía 63 años cuando asumió el gobierno el 12 de octubre de 1963. Nuestra ciudad, sin memoria exacta de fundación, nacido y crecido a la vera del arroyo que le diera nombre, vio crecer en los albores del siglo XX, a unos de los hombres públicos más dignos que ha dado la Nación.
Arturo Umberto Illia, nació, como todos sus hermanos, en esa habitación que ilumina el sol del poniente el 4 de agosto de 1900. La antigua habitación había sido la génesis de esta hermosa casa, y allí aquel intrépido inmigrante italiano que era su padre, inició el trabajo de almacenero, que complementaba su primigenia ocupación de fabricante de ladrillos.
En el guión del homenaje, el historiador Luis María Libera Gil recordó que “eran épocas en que los italianos de diversos lugares de la península, ayudaban a hacer la patria, desde sus ocupaciones, formando sus familias, criando y educando hijos”. Impregnado de esos valores, seguramente Don Arturo se inspiró para dejar entre su legado simbólico el siguiente pensamiento que le imprimió a su vida casi como una marca indeleble: “La falta de ostentación es fundamental en todo hombre que quiera ejercitar una acción docente de cualquier finalidad... para ser útil hay que ser austero, desinteresado y modesto.”
COMPARTIR:
Comentarios
Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!