El pasado sábado Juventud recibió la visita de Agropecuario de Carlos Casares y logró empatar, luego de ir en desventaja, para poder sumar un punto en el marco de la cuarta fecha.
Desde el inicio, Juventud se halló incomodo dentro del campo de juego. Porque Ermini, rara vez apareció con espacios, ya que, en cada intervención del hábil delantero siempre tuvo encima a no menos de dos adversarios. Lo mismo ocurrió con Montero, a quien sigilosamente lo persiguieron por cada centímetro del campo de juego y además tanto Ermini como Montero estuvieron imprecisos.
El ritmo vertiginoso que había mostrado Juventud de local ante Argentinos de 25 de Mayo no lo pudo ejercer prácticamente en ningún tramo del partido, porque la pelota se la pasó más por el aire que por el piso y entonces el trámite se fue haciendo deslucido por lo que aportaron ambos equipos.
A los 24 minutos, Urquijo corrió hacia el área apareado por Ruggeri quién leyó la jugada entendiendo que era balón de Peruscina, el guardametas con la jugada de frente también dudó, se demoró unos instantes en salir y frente a la indecisión compartida, Urquijo lo aprovechó y casi sin ángulo mandó el esférico al fondo de la red con pierna derecha para decretar el 1 a 0. Durante un breve lapso después del gol, Agropecuario ganó en criterio a la hora de manejar la pelota, quizás más por desesperación de Juventud que se encontraba en desventaja, que por propia decisión. Ya que la idea fue esa, tener el balón pero sin arriesgar demasiado. Juventud que marcó en línea atrás en un par de oportunidades, padeció más por falta de determinación que por lo que le generaba su rival. Incómodo atrás, desconectado adelante, el team celeste se mostró como un equipo largo, aunque pudo empatarlo en una acción clarísima dentro del área protagonizada por Ermini que llegó al fondo por izquierda, mandó el centro atrás para Ferreyra que quiso darle de primera, pero su remate se fue muy desviado.
Los minutos fueron transcurriendo y ambos conjuntos se fueron al descanso con la victoria transitoria para los casarenses.
En el complemento, la charla del entretiempo del técnico Daniel García tuvo efecto. Porque Juventud corrigió las falencias de la primera mitad y además fue más prolijo en ofensiva. No fue dinámico, pero sí inteligente y a los 12 minutos, después de una corrida de Francione, que a pesar de que, hoy por hoy, está peleado con el arco, siempre deja hasta la última gota de sudor en cada pelota, fue derribado en la puerta del área y el juez marcó tiro libre. Ferreyra se encargó de patear y con un delicioso remate la puso contra el palo izquierdo de Barufaldi para estampar el 1 a 1. Justo porque ninguno de los dos equipos había ejercido supremacía en el juego. Desde ahí, hasta el final, el que siempre intentó y quiso ganar el partido fue el elenco de Pergamino. Llegarían las lesiones de Peruscina, que se dislocó el hombro derecho pero siguió y el aparente desgarro de Leandro Fernández, pero así y todo, fue el team celeste el que hizo el gasto. Y casi tuvo su premio a los 38 minutos, cuando el juvenil Pineda que recién había ingresado por Francione, capturó la redonda entrando por izquierda y disparó con un tiro rasante que cruzó toda la línea del arco y se fue apenas desviado.
Sobre el final, Agropecuario pudo haberse llevado la victoria pero chocó con dos muy buenas intervenciones de Peruscina. La imagen de Juventud fue otra en el complemento, le alcanzó no solo para empatarlo sino que por decisión de ir a buscar el partido pudo haberse abrazado a una victoria que hubiese sido ajustada, pero meritoria. En definitiva, en el fútbol se dice: “que cuando no se puede ganar, es bueno no perder” y más aún que el conjunto pergaminense arrancó perdiendo, llegaba diezmado por las expulsiones en 9 de Julio y con algunos jugadores que llegaron al partido con distintas molestias musculares. En resumidas cuentas, Juventud tuvo respuestas anímicas y futbolísticas frente a la adversidad y sacó adelante un encuentro que venía complicado.